Lo uno y lo otro. Proccessio y emanatio en la obra metafísica de Dominicus Gundissalinus (s. XII)

Resumen

Processio y emanatio se unen a partir del siglo XII para explicar que todo lo que existe tiene una causa, y que esa causa no deviene ella misma cuando produce el mundo. La permanencia en sí del primer principio entraña su distinción respecto del mundo. Esta época se hace eco así del pensamiento plotiniano: el primer principio permanece inmóvil al producir el mundo, permanece en sí mismo y en su perfección, por ello no puede confundirse con el mundo. Son conceptos que atraviesan las obras De unitate et uno y De processione mundi de Dominicus Gundissalinus en el siglo XII. En el artículo se explicará cómo esas nociones dan cuenta de la causa primera y posteriormente de las causas segundas, y, por lo tanto de la multiplicidad; respondiendo así a filosofías de corte estrictamente parmenídeo. Esta corriente de pensamiento aludida apelará a un Logos-sapientia  en el inicio del mundo como principio a partir del cual se explica ese inicio en términos de processio y emanatio. Se trata de un Logos-principio que, manteniendo la simplicidad, no podrá excluir de sí la alteridad. Esta tesis provocará que la diversidad finita mantenga distinción y dependencia, a la vez, del primer Logos.